Creo que todos los nueves son siempre un poco grises, bueno, todos tampoco.
En éste he aprendido a no mirar hacia atrás, porque todo lo que quedó atrás ya no es parte de esta melodía.
Es simple, una canción no se hace retrocediendo hacia detrás, siempre sigue hacia adelante y cuando ésta acaba, como en un concierto, sigue la de después. Quizás no tengan que ver una con la otra, o quizás la siguiente sea la causa de la anterior.
Cada 9 es simplemente eso, un 9 más. Como todo lo que hay en la vida, algo más a lo que darle la importancia necesaria.
Todo viene y todo va, todo empieza y que todo fluya.
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