Algo seguro hay en unos ojos que solo miran fijamente,
aunque sea solo el hecho de que están mirando con todas sus ganas. Y todas sus ganas nacen y mueren ahí, en sus ojos.
La mirada se clava adentro, y puedes sentir millones de puñales desgarrándote el alma... O puedes sentir indiferencia, que mata aún más tu corazón.
Sin negarlo, diré que esa mirada puede hacerte sentir la persona más grande e importante del mundo cuando, notas, un brillo. El brillo más especial que existe, el brillo de un amor inmenso.
Un amor que mata. Pero amores que matan, nunca mueren.
¿No?
No hay comentarios:
Publicar un comentario