La semana pasada, sin ir más lejos, tuve un episodio de estos y el remedio fue tan sencillo como borrar contactos, de uno en uno, a todas mis "amigos de whatsapp", con un solo fin, no volver a acudir a ellos cuando esté frágil, débil... y ver, quién sin pedirle, sin rogarle, sin ni si quiera llamarle volvería; y el resultado fue extraño: pues ahora en mi lista de contactos tengo a personas con las que no hablaba desde hacia años (literalmente), gente de mi antiguo trabajo, mi familia y un par de amigas desde la infancia...Ah y alguna que otra que vino a hablar para quedar por interés, que cuando la necesitas no está, pero si lo necesita ahí que tienes que estar tú, jah!
A ver, está clase de experimentos lógicamente solo puedes hacerlos cuando te ves preparado para cualquier traición, pues personas que crees que "estarán ahí para lo que necesites" son las primeras en desaparecer.
He hablado con un par de personas sobre esto, y ambas personas coincidían en que: "no tienes que darle importancia, deberías hablar y hacer las paces, así es la gente"... Bueno, ¿de verdad así es la gente? Entonces me miro a mi misma y me doy cuenta de que no me parezco a ellos ni un poquíííííto si quiera. Y llegados a este punto la única solución que veo, es cortar y empezar de cero, pues de qué te sirve gente que no está ni en las buenas ni en las malas, a la que tienes que rogarle, a la que tienes que mendigarle un mísero abrazo, que se mueve por interés, egoísmo. Gente que vive a 2
minutos de tu casa y que hablas más por whatsapp con el/ella que en persona... ¿En serio?
Pues bien, c'est fini ! El experimento ha acabado después de una semana... y de verdad, aún sigo un poco en shock con la indiferencia, el pasotismo y la falta de valores de esos "amigos de whatsapp".
Un saludo a todos, no necesito vuestros números de teléfono :D
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