Promesas, yo ya no creo en promesas. Las promesas como los sueños, al abrir los ojos te das cuenta de que no son reales.
Alimentan de buenas sensaciones en el momento...y tal como alimentan, te dejan morir de hambre, pues es solo humo.
Yo ya no creo en promesas. Las promesas no tienen color ni forma, las promesas no son tangibles, y suficiente tengo con creer en Dios. Y si no veo, no creo... Será que de tantas promesas sin cumplirse, los ojos cada vez piden más...
Yo no creo en promesas. Las promesas no son más que mentiras disfrazadas...Y a estas alturas, de mentiras entiendo suficiente.
Y ya no creo en promesas... porque solo promete quien no tiene claro nada, puesto que el que lo tiene claro primero llena tus ojos y más tarde el corazón.
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