Pues, en el destino creen solo los que dejan lo correcto
a lo escrito.
No es la meta el premio, es el camino. La meta a veces sí pero también a veces no, no nos consuela.
Dando patadas a millones de piedras, en contra del viento, lo complicado no siempre es lo satisfactorio.
Repetirse a uno mismo que si es duro merecerá la pena, mediocre, creo.
Lo verdaderamente importante es que dure lo suficiente para aprenderlo (supongo). Los errores
solo vienen para los que intentan y sino intentamos, para qué estas.
Entonces vete. Vete lejos, donde encuentres lo duro que merece la pena, lo complicado que acabe cuando quieras y, sobretodo, donde nunca se pierdan las ganas de seguir en la dirección.
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