¡Cómo voy a entenderte si no me entiendo ni yo!
Y es más, o quizás menos, eres un libro cerrado, complicado y a la vez interesante.
Causas intriga, ganas de leerte aunque nunca fui muy fan de la lectura.
Contigo, con esa carátula, simple, sencilla, minimalista, incomprensible...suscitas a comenzarte.
Aunque a veces quisiera acabarte, al menos para entenderte, entenderme o entendernos.
Pero...¿y si la magia está en la incertidumbre? En esas ganas de poco a poco ir abriendo y desmenuzando cada letra, palabra, sílaba, del libro de tu vida...
Lo interesante no reside en lo que conozco de tí, quizás lo interesante es saber tan poco. Y así, se que mañana quizás te abras un poquito...o quizás lo haga yo.
Y... ¡¡qué miedo!! abrirme, abrirte, leerte y dejar que me leas. Que el libro termine y no haya una secuela, un post, un "continuará..."
¡¡Qué miedo que desaparezcas!! Y contigo algo que se esconde en un pedacito de esta jaula llena de amor. Que te desvanezcas, que te evapores. Bueno, quizás ni siquiera hayas comenzado a ser algo y ya te hayas ido.
Maldita inseguridad, y estas ganas de huir, huirte, odiarte...pero, ya está.
Estás aquí dentro, muy dentro, en silencio, y si te marchas...me marcharé yo también.
No hay comentarios:
Publicar un comentario