Salí a correr el riesgo sin moverme del sitio, y no veas. ¡Waw!
Ha sido como un estallido, una explosión, ¡una maldita sensación de desahogo!
Tratar de explicárselo a cualquiera sería perder el tiempo pues es una de esas sensaciones que no puede traspasar una pantalla.
Supongo que recuperar la libertad para alguien que jamás ha estado enjaulado debe parecer una cosa de locos...y te juro que no me arrepiento de nada si con todo he conseguido sentir la mayor satisfacción personal de mi vida.
Debe ser una especie de riesgo, una especie de alineación de estrellas o...¡Qué se yo!
Sentir el agua correr por el rostro y que te importe todo un carajo, sentarse en la hierba mojada y sentirse como un niño.
Mirar al cielo y maravillarte de lo poco que debe pesar un avión para volar como si fuera una pluma movida por el viento. ¡Con qué facilidad!
¡Eso es! Qué fácil es todo cuando lo miras a lo lejos, cuando respiras y se te vienen a la mente un montón de recuerdos por ese olor. ¡Joder! Hoy me he encontrado con algo maravilloso, he vuelto a conocer a alguien espectacular.
Era alguien a quien conocí hace tanto tiempo y al que perdí derepente, sin darme cuenta...Y ni si quiera jamás me molesté en salir a buscarle.
Podría decirse que ha sido casualidad o que ha sido la mayor suerte que he tenido desde hace 9 años.
Estaba tan lejos, tan cerca, tan desorientada, tan obcecada en pensar en mil cosas, tan evadida, tan... ¡AHÍ! Siempre estuvo ahí y solo había que pararse a mirar hacia dentro.
Hoy he corrido el riesgo más maravilloso del mundo.
Hoy por fin te he recuperado y jamás voy a dejarte escapar.
