Ser feliz es no sentirse perdido.

"Tal vez todos tenemos un tiempo al que llamamos el más feliz de nuestra vida.
Seguramente no fue como recordamos, y es probable que entonces fuésemos tan poco felices como en los tiempos que llamamos infelices, pero está claro que preferimos tener la felicidad detrás de nosotros en lugar de tenerla delante: eso lo hace todo más fácil”
Tal vez la clave está en entender que la vida pasa más rápido que un par de parpadeos,
o que quizas a veces se para, para enseñarnos.
¿De verdad hay un tiempo más feliz que otro?
Solo existen tiempos en los que nos adaptamos mejor,
tiempos que pasan más rápido y que no nos dan preocupaciones,
y si las hay apenas se manifiestan.
¿De qué nace el miedo?
Seguramente de la incertidumbre.
Y, qué estúpido miedo, si no manejamos nada en esta vida,
si viene algo, bueno o malo, precisa de indiferencia o de fuerza.
Nunca de miedos.
Quizás creemos que fuimos más felices, porque lo que pasó ya fue,
y ha dejado de crear incertidumbre,
fuese como fuese.

Lo sabio está en lo más profundo de uno mismo

Esta noche simplemente me apetece escribir sobre lo que siento. 

No es una de mis entradas comunes sobre frases filosóficas, ni una canción ni un texto bonito sobre lo bello que es amar.

La verdad es que escribo porque no puedo dormir. ¿Sabéis de esas noches en las que la cabeza os da mil vueltas y cerráis los ojos pero no conseguís conciliar el sueño porque la cabeza no hace más que pensar y pensar? Así estoy yo. Con mil cosas en la cabeza. 

Pienso en lo dificil que se ponen a veces las cosas, pienso en que hay personas que nunca podrán llegar a apreciar lo que uno hace por ellos. Pienso en que a veces el pasado siempre nos persigue y que solo uno mismo sabe como es, sabe a quien tiene que rendir cuentas y a quien no... Pienso en lo complicado que es a veces tomar decisiones, en lo dificil que es olvidar cuando sientes que no hay nada que te de motivos para hacerlo. Pero hay veces... que simplemente ha llegado el momento de olvidar, no por uno mismo, sino porque la situación lo pide. Por que no hay nada más que pueda hacer para arreglar ciertas cosas, para explicarle al mundo lo que siento. 

Y a decir verdad, me alegro de estar lejos de todo aquello que me hace sentir así, lejos de mi vida, empezando de cero. 

Con 21 años, ay...Muchos me dicen que soy muy joven para empezar con todo esto, pero ¿sabéis? Pienso que la juventud es esto, es experimentar, es encontrar un momento en la vida, en esta etapa, en la que es necesario encontrarse a uno mismo. Lejos... Lejos de todo lo que nos puede hacer pensar, y amar... 

Lo que quiero decir es que aun que lo fácil siempre es permanecer al lado de la familia, de los amigos y de lo que consideras el amor, lo que realmente te hace aprender es desprenderte de todo, y empezar tu vida sin todo aquello, por que lo real está en lo que vive uno mismo, y aunque a veces me entren ganas de llorar y de mandarlo todo a la mierda, creo que estoy haciendo bien, creo que quien quiera permanecer en la distancia, quien quiera esperar a que me encuentre a mi misma lo hará. Y si hay personas que deciden no esperar, se irán... Pero es algo que quiero descubrir, quiero saber quien es de verdad, quiero salir de esa burbuja llamada "Tres Cantos", de mi infancia, quiero empezar a crecer.

Y, tampoco estoy 100% segura de que esto sea lo realmente bueno, lo que se es que me hace fuerte, me hace madurar y darme cuenta de tantas cosas... Que no puedo ni expresar.

No se si habréis viajado, ni si habréis experimentado está sensación de conocer gente nueva cada día, gente tan diferente. Escuchar tantas historias diferentes y ver que realmente todos tenemos problemas, que todos en algún momento lo hemos pasado mal y que aunque cueste salir de muchos baches, realmente se puede. También pienso en que nunca nadie, ninguna persona debe hacernos retroceder, si hay alguien que nos hace pensar que lo que estamos haciendo está mal, realmente no merece nuestro ser... 

Esta es mi vida, y las condiciones las pongo yo y no me valen de nada un "te quiero", un "vuelve, te necesito" no me vale de nada que me lloren si realmente no están cuando les cuento que necesito estar un momento conmigo a solas, por que hay un momento en la vida, en que no hay NADIE que pueda hacernos más felices de lo que podemos hacernoslo uno mismo.

Así lo siento yo, así lo pienso... y así creo que es la mejor manera de hacer entender a mucha gente que esto que estoy haciendo, lejos de todo, es encontrar a mi yo, a esa yo que está empezando a vivir.

Sorprenderse, extrañarse, es comenzar a entender.

La lucha es un verbo que requiere constancia. La lucha por el logro, por la victoria, la lucha por ganarle al tiempo. No repetir, solo esforzarse. Esforzarse por que cada tictac en las manecillas de un reloj gane sentido poco a poco. Tallar el camino y grabarlo a nuestra manera.
Una manera en la que podamos llamarlo propio, y así compartirlo.
Compartirlo en el viaje de cada día, en el aire que se respira. En el café de medio día, en un pedazo de papel, en un trago de cerveza al atardecer. Crear armonía en las imágenes que creamos en nosotros, como un álbum de fotos, como la melodía de una guitarra.
Hablo de cada día, de cada amanecer y de cada noche. Disfrutando, como lo hacen las estrellas que brillan y quizás ya no existan. Que no se escapen de nuestras manos los detalles, que los detalles hacen grande todo este caos.
Ya lo dijo Ortega y Gasset en una cita: "No somos disparados a la existencia como una bala de fusil cuya trayectoria está absolutamente determinada. Es falso decir que lo que nos determina son las circunstancias. Al contrario, las circunstancias son el dilema ante el cual tenemos que decidirnos. Pero el que decide es nuestro carácter"
Se trata tan solo de improvisar, actuando con decisión...el ahora ocurre y no se detiene. Como si pusiéramos nuestras manos encima de un piano, sin ninguna noción, dejando que la inercia entone una melodía inusual, como por arte de magia.. Creando algún tipo de banda sonora, la banda sonora de nuestra vida. Eso es, nuestra melodía.

Wait for me, i'm coming soon

De las catástrofes nacen las buenas ideas, las decisiones reales. Nacen los sentimientos de verdad y salen todas las mentiras jamás contadas. De las catástrofes sale el amor, lo bonito y lo no tan bonito.
Y no hay nada más o menos bonito que un recuerdo, la catástrofe que produce un recuerdo dentro de nosotros. Lo maravilloso y destructivo que puede ser y la cantidad de veces que viene sin avisar.
Para esta vida, para la siguiente y, claro que en las anteriores, solo necesitamos a alguien que se quede a nuestro lado mientras recordamos. Y que nos haga sentir que los recuerdos forman parte del presente, que el presente y el futuro son uno y que da igual la distancia, siempre habrá un motivo para seguir recordandonos.

Les petit lieus, la petit follie

"Pero entonces bailaban por las calles como peonzas enloquecidas, y yo vacilaba tras ellos como he estado haciendo toda mi vida, mientras sigo a la gente que me interesa, porque la única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas"