domingo, 29 de abril de 2018

Wind.

Las manos llenas de harina,
como quien desea convertirse en otra cosa.
Y ser, se puede ser lo que uno quiera...
Igual que los sueños están para vivirlos.
Como si la Toscana fuera un imposible.
Que los imposibles no existen.
Música de piano.
Y mientras tanto, al viento le da igual...
las golondrinas siguen haciendo piruetas en el aire,
y todo se balancea al ritmo de este Fa.
Hoy soy un poco más yo,
por escribir un día gris, por sacar tinta de la lluvia.
Porque volvería a hacerlo de nuevo. Volvería,
a darme el gusto, el capricho de disfrutarlo.
En un paseo a media tarde, en un día frío y tranquilo.
Volvería a encontrarme entre la gente, a olvidar mi voz,

y a escucharme más alto que nunca.
Volvería, como vuelve la primavera a brotar.
Como y porque. Porque y como nadie lo entiende.
Por no cambiarlo jamás, lo especial, los recuerdos.
Por no cambiarse a uno mismo.




domingo, 22 de abril de 2018

Regarde timide

Me gustan las sensaciones. Esas que ya conozco, que no controlo y que me hacen sonreír.
Me gusta cuando un momento me hace sentir como en algún otro momento, hace mucho tiempo.
Me chiflan los ojos al sol y cerrar los ojos, y que ese olor me lleve,
por arte de magia, a un lugar donde me siento en paz.
Me encanta escuchar una y otra vez la misma canción, hasta hartarme, pero nada me hace 
sentir más la piel de gallina que oír de nuevo una canción de hace mucho tiempo,
y notar como todo vuelve a ser.
Me gustan los susurros al oído y, más, gritar cuando llego a la cima. 
Me gustan las miradas tímidas. Me pierden las personas con las ideas claras,
y las que pierden la cordura como si nada.
Me matan las caricias, pero no las que todo el mundo cree. Las caricias con una mirada, esas,
me vuelven loca.
Me gusta la poesía, y leer, entre líneas y no, a las personas
que son poesía también.
El francés me enamora, y las tardes de primavera. El piar de los pájaros de fondo.
Me quedo con el atardecer, pues prefiero dormir mientras amanece.
Me apasiona el mar, el olor a vainilla.  Me gusta pasar desapercibido,
aunque, a decir verdad, no me gusta seguir modas.
Me vuelve loca el olor a tierra mojada, el café por las mañanas, las tormentas de verano.
Viviría eternamente a 25º y, no cambiaría por nada, mi mitad sarda.
También adoro las flores, de colores, de mil tonalidades.
Soy más de noche que de día, siempre fue mi musa. 
Prefiero aprovechar el día, viajar de madrugada y salir a correr.
Soy de pocas palabras con quien no me conoce, borde, rara, antipática, e incluso, sobrada.
Hasta que alguien me llega y todo eso cambia.
Me gustan las hogueras y viajar en barco me trae tantos recuerdos de infancia
que es imposible no amarlo.
Me apasiona escribir, porque sí, para nadie. Escribir lo que siento y lo que no,
escribir para mí...pensar en papel.


domingo, 15 de abril de 2018

Estragos

Desde el prisma de una retina color café, los colores avivan.
La  música de fondo, siempre, una banda sonora. 
Disfrazando las noches de amor en poesía cada mañana.
Felicidad; quizás estuvo siempre ahí y nunca supimos verla.
El pensamiento. El futuro. El porvenir en una isla. 
Y por fin aprendimos a olvidar, a volar, a dejar atrás las nubes, los claros, los lastres.
Respira, hay demasiado oxígeno ahí fuera esperando. 
Y sino, pues lo pintamos. Y nos vamos y volvemos a por más.
Si total, será por versos, por besos, por vernos.
Por quedarnos mirando y hacer y deshacer. 
Al final del túnel no se que hay, aún no he llegado.
De camino; tinta, papel y deep house.
Y ¡¡Joder!! No veas qué subidón. 


No necesito nada más.

sábado, 14 de abril de 2018

Oda a ego.

No es amor, no es cariño, no es tiempo.
No es demostrar, no es divertido.
No es gracioso ni bonito.
Y para qué engañarnos, tampoco es real.
Llenar un vacío, así, a capón.
Porque sí, sin más, no, no es real.
Nunca fue real y nunca lo será.
Y...ya, a mi siempre me gustó más perderme. ¿Y qué? Si una vez más no supe encontrarme, ni yo, ni tú, ni nadie. No fue culpa de nada, de nadie.
Bueno, nadie dijo que fuera fácil, porque yo nunca lo fui. 
Y así, al final, se esfumó. Se lo llevó el viento. Una vez más. Una vez más no era más que humo.
Pero jamás se pierde lo que nunca se tuvo,
así es. Difícil, sin lágrimas. Difícil, como cada palo, de esos que ya no duelen, sin embargo te hacen más fuerte.
Hay que dejarlos salir. Que salgan los demonios a bailar. Tú siempre serás la reina, aún cuando te pierdas, aún sin coronas y sin paciencia. Aún sin modales, con ese carácter a veces complicado, aún sin entender..Y, más aún, sin explicación.

La Naturaleza, Madera, Árbol, La Luz, Sun, Niebla

martes, 10 de abril de 2018

Arrivederci

Los escalofríos que recorren la nada de estos pensamientos fríos.
Sin vida, sin ton ni son, sin...bueno, vacíos.
Los suspiros entre la nada de esos escalofrios y el todo. El todo de los ratos intentando encontrarle sentido, sin sentir.
Se esfuman los recuerdos, con las ganas, los susurros al viento, los gritos en silencio, las postales y los miedos.
Se fueron y jamás volverán, como cuando las palabras jamás se reflejaron en hechos, como ese millón y medio de charlas sin sentido, y medio. Medio limón. Que las medias naranjas son para exprimirlas. Y a medias...bueno a medias nada de todo esto vale.
Cierro y ciao, arrivederci...

domingo, 1 de abril de 2018

Hey there! I am not...

Te alejas, como se aleja el sol de la luna. Tan cerquita y tan lejos...Tan complementarios.
Y aún siendo polos opuestos no se atraen.
Será mentira, supongo. Como las promesas, como los besos a las 3 de la madrugada, como un "te quiero" entre copas. Serán mentiras de esas que se ven venir, que no duelen, que no dañan, simplemente mentiras.
Mentiras todos los días, a todas horas, siempre. 
¿Y la verdad?
Que por muy encubierta que esté, que aun sin querer verla...¡Bam! 
La venda en el suelo, la de los ojos, la del corazón, bueno, la de los sentimientos.
Desaparecen las velas, las luces de neón y... queda algo.
Tan dulce, tan tierno y tan real que da miedo.
Que estuvo siempre.
- Como cuando...
- ¿Recuerdas?
- Bah, sobran las palabras.
- Volviste a traicionarte.
- Sí.
- Tú, a ti misma.
- Joder. 
- ¿Cómo volviste a olvidarte?
- Como quien se olvida de respirar, supongo. Como quien se olvida de que se le dilatan las pupilas de felicidad. O cuando crees que eres importante para alguien y te olvidas de tí misma. Y ya creías que te comías el mundo, que te sobraba el resto. Pero...