miércoles, 30 de marzo de 2016

Hey there...

He vuelto a escuchar esa canción, desde hacía años que no oía , ni siquiera recordaba su letra... bueno, supongo que como a ti, no recordaba ese tu olor...y supongo que después de tanto ha cambiado, incluso eso... Incluso la letra de esta canción no me hace sentir igual...Pero me hace recordar, y cuanto más recuerdo más me gusta... tu olor, esta melodía en mis oídos...
Desaparece el miedo cuando estás en mi cabeza, pero a la vez no estás y lo se, lo sabes... a pesar de todo sigues sin estar, ni yo...
Supongo que tan solo serán recuerdos, intentos de recuerdos en un presente que ahora es pasado, otra vez, como siempre... todo acaba en pasado, jamás volverá ese presente que un día lo llenó todo, todo ese amor que se quedó en un intento frustrado, y se vuelve a frustrar otra vez...




lunes, 21 de marzo de 2016

Love yourself

¿Cómo olvidárseme el gris si he vivido con él cada día? ¿Ya he olvidado la sensación de vivir sonriendo aún debajo de un manto gris 24/7? 
Qué fácil se nos olvida que el cielo es de un azul resplandeciente cuando se nubla el cielo por completo, igual que olvidamos lo felices que podemos llegar a ser cuando se nubla nuestra mente. 
La vida parece realmente una historia que repite, lo que tenemos que aprender es a sobrellevar esa situación de una mejor manera cada vez que se nos vuelva a plantear. 
No me puedo creer que los aprendizajes, las enseñanzas y las experiencias que adquirimos en cada "batalla" se nos olviden por completo cuando volvemos a "caer", y volvemos a sentir una sensación que nos hizo estar mal en un pasado, de la cual acabamos consiguiendo salir, a base de esfuerzo. Lo normal, es que si esa situación se vuelve a dar (que directamente no debería ni volver a darse de la misma manera), sepamos llevarla como si fuéramos auténticos expertos en 'neuras'... Ya dije en alguna de mis entradas, que alguien me dijo una vez, que empezamos a disfrutar de la vida, de la compañía del resto y de cada qué cuando aprendemos a estar cómodos en nuestra propia soledad, cuando dejamos de necesitar la aprobación del resto, cuando empezamos a valorar esos pequeños instantes de tí, de tus pensamientos, cuando deja de darte miedo pensar porque los pensamientos no van a hacer que caigas en una depresión horrible, cuando sabes como disfrutar de una canción mientras miras el cielo a través de la ventana... Simplemente se trata de cerrar los ojos e imaginarte en esa situación, en una soledad tranquila y apaciguada donde no necesitas nada más, solo el ahora, todo eso es suficiente para que seas feliz.

sábado, 19 de marzo de 2016

Amar menos, amar mejor.

En un bucle, girando y dando vueltas, un ciclo eterno, de repeticiones, play-stop, play-stop, play-stop... La misma historia repitiéndose sin cesar... Ese desamor a nosotros mismos, por qué? Porque siempre anteponer la felicidad de otros a la nuestra propia? Lo hacemos casi a diario, digo casi, por no decir SIEMPRE.
Todos los días es un constante "voy a hacer esto para que no se enfade Menganito", "voy a irme a casa para que mi madre no se enfade", "voy a hablar a Juanito no vaya a ser que se crea que estoy pasando de él", "voy a estar pendiente del whatsapp cada dos por tres, no vaya a ser que me hable Pepito y no me de cuenta...". Son actitudes que hemos adoptado de una forma tan fuerte, que las hacemos cada día a cada momento... Estamos constantemente cediendo nuestra felicidad a terceros, a personas a las que, sí, queremos, pero que por mucho que les queramos, no se merecen esa atención, o más bien, no se merecen esa desatención a nuestros propios intereses.
¿En cuantas ocasiones habré oído "No puedo ir porque sino mi novio/a se enfada..."? y para que decir mentiras, yo me incluyo en ese montón de gente al que en muchas ocasiones se le mete entre ceja y ceja algo, sin darme cuenta de que estoy intentando controlar una situación ajena a mi propia vida, de la cual no debería ni tomar partido, puesto que cada elección que pertenece a otra persona diferente a nosotros, no nos incumbe, sea nuestra pareja, nuestro amigo, nuestro hermano o nuestra prima la del pueblo. 
Debemos aprender a dejar de enfadarnos con otras personas por que no se comporten o hagan lo que nosotros queremos o desearíamos. El amor (hablando tanto de amor de pareja como el resto de amores, amistad, familiar...) en su más pura esencia es libre, no es un puñado de celos, ni de exigencias, ni pretensiones, no son "deberías", ni amenazas... El amor real es tan libre que decide por si mismo estar con una persona respetando que la otra persona, a pesar de ser tu pareja sigue teniendo su vida, la cual no debe ser invadida por ti. El amor real no impide ni obliga, no prohíbe, no es sumiso... El amor de verdad acompaña pero no agarra... Y puesto que esto es así, nunca debemos dejar pasar oportunidades o dejar de hacer cosas que realmente deseamos hacer por NADIE. Nadie nunca es imprescindible, no es perfecto, no es más que TÚ mismo, nadie nunca tiene que tener en sus manos tú felicidad, puesto que las personas, tarde o temprano acabamos fallándonos, no somos eternos, ni perfectos, y cuando esa persona se va, no puede llevarse tu felicidad, porque tu felicidad eres tú. Las personas nos dan momentos, pueden darnos cariño, amor e incluso algún tipo de estabilidad emocional, pero una persona jamás nos querrá a nosotros, como nosotros mismos nos queremos, así pues, antes que nadie estás tú y está tu felicidad, y quien no pueda entenderlo, no es digno de poseer ese amor libre, puro en su esencia.

Concluyendo: debemos aprender a amar menos, y a amar MEJOR.