jueves, 23 de junio de 2016

Pacience

Por más que mire y mire, nada cambia. Por más que me lo propongo nada cambia, bueno sí, las estaciones. Yo no quiero calor, pues el calor me asfixia, y suficiente tengo. Algo de frío, de invierno de ese que da calor, del de verdad.
Me dicen "paciencia, todo llega", pero ya me dí cuenta de que las cosas no llegan, sino que nosotros llegamos a ellas.
Como si nadie supiera que el frío calienta más que cualquier verano en España. Dicen que cerrando los ojos se apaga el universo, y sí, es cierto. Pero no se apaga esta sensación de calor frío, pues esa temperatura es la única que siento en mi piel, 365 días al año. Pues incluso cuando aquí llueve me ahogo, se me congela todo el ser, se me hiela el alma... Será por eso que dicen que soy fría. Será que a mí el calor me da frío y el frío más frío. 

viernes, 17 de junio de 2016

Retourner toujours

2 años después,
la vida volvió a ser como antes y a su vez, nada volvió a ser lo que era. Detestablemente o irremediablemente, como antes. ¿Dónde están todos esos cambios? ¿Dónde la nueva vida? Dónde, el "siempre nos quedará París".
Quedaron unas fotos, unos cuantos recuerdos y alguna amistad. El tiempo pasó, y llegamos hasta aquí y solo quedan en la cabeza un puñado de "Y si...", que acaban por completarse con un "Pero no.".
Bajo el mismo cielo, a miles de kilómetros, a miles de horas de aquellas locuras de una primavera pasada... En un libro lleno de vida, ahora se quedó atrás, aquellas páginas repletas de anécdotas, de buenos momentos. Todo aquello quedó atrás, todo es ahora y nunca. Porque el ahora es ahora, pero ahora también fue entonces, y ahora no lo es, no es ese mismo ahora, ese ahora ya no será nunca.
Llamadas de silencio, respondo con más gritos de silencio;.Explosiones sentimentales encerradas y en un bote salvavidas esta cabeza loca,
que más que aquí, lleva 2 años bailando entre luces doradas, nadando en un Sena de ilusiones.
¿Tarde? Tarde sería no intentarlo nunca. Hace tiempo que dejé de saber quién espera a quién,

si las personas o los sitios.

viernes, 3 de junio de 2016

Dorado como el trigo

Centímetros, metros, kilómetros de campo. Campos de trigo creciendo, en horizontal y en vertical. Creciendo y transformándose. El trigo, que necesita suelos profundos, terrenos mullidos y limpios de malas hierbas para crecer en buena dirección, una buena base, como nosotros una buena infancia. Seco, gracias a su alta capacidad de retención, con poco sigue creciendo a pesar de su aspecto aparentemente frágil y descuidado...
Sería el trigo un ejemplo a seguir, una mezcla entre la fuerza y humildad. Será el trigo, que se extiende así como el manto de un mar dorado, la fuente de oro menos reclamada y más valiosa.
El color del trigo se diferencia del resto, en vez de un verde escogió el color dorado y así consigue destacar, ser reconocido sin necesidad de florecer en rosas, en lilas... Algo difícil, arriesgado, pues lo fácil sería ser como el resto, ser uno más. Trigo que consigue ser especial, que consigue ser poesía sin necesidad de ser escrita.