unos labios que susurran o todo lo contrario, siempre muy cerquita, en mi oído. La respiración,
el latido de ese corazón, que hallo en cada tarde de verano o en cada hora improvisada en el sofá, ese tuyo.
Tira todo por la borda esa sonrisa cuando no quiero ni escucharte, me acelera, me tensa, me revuelve y así, sucesivamente. Me inspiran tus palabras, también cuando callas, por las calles vacías, tu a mi lado,
el vacío desaparece. Perdería el rumbo por perderme entre tus dedos,
solo estrellas fugaces a tu lado.
Traduces en la lengua del amor cada insulto, cada "imbécil" sabes transformarlo en un beso y que suene tan dulce como sabe, como sabes cuando te acercas a decirme cualquier cosa que salga de ti.
Que voy a decirte, si cada vez que pienso en tí, sale lírica,
poesía... Tú eres mi poesía.
Dame una vida, prometo relatarte cada instante con pedacitos de amor,
cada mañana despertarte con desayunos de sonrisas
y... te llevaré al cielo cada noche, siempre y cuando te quedes,
para siempre.
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