lunes, 20 de octubre de 2014

Insomnio

El amor lo conocen mis noches en vela, 
mi almohada. 
Los papeles rotos llenos de letras de ti.
El amor lo conocen mis pensamientos, y las sonrisas detrás de una pantalla.
Los recuerdos. Alegres o tristes. Los viajes y las postales no enviadas.
Las fotos de lugares en los que debería ir contigo y los rincones donde hemos estado mil veces.
La primavera, con sus flores y tu alergia, o el invierno, mi amado frío, en cambio... para ti el verano.
El otoño, de tu mano. Y esas palabras no dichas, relatadas con miradas.
Un 'te quiero', un abrazo en el momento justo, y gritar al cielo que pararía el mundo...
porque esto va tan deprisa, los frenos se los ha llevado el reloj,
y el único miedo que suscita, es que pare...y dejemos de dar vueltas, como una noria.
Pero esto no es una noria, da más vértigo que el abismo, sube más alto que una vengala y baja con la misma intensidad que un cometa... Pero en el recorrido de su caer, como en el de una estrella fugaz, el deseo siempre se cumple.
El deseo de encontrarte cada mañana en mi corazón y que seas de verdad,
más que un sueño, más que un deseo. Más que la más bonita de las melodías, de los atardeceres,
de las películas de amor.
Tu eres mejor que todo eso, mejor que todo lo que podía llegar a imaginar...
Has hecho que me enamore del sentimiento de amar, has hecho que cada día deje a un lado 
este mi carácter fuerte, y sea de nuevo como una niña, 
inocente, que disfruta con tan solo mirar, observar, y perderse un ratito en tus ojos.
Consigues derribar cada muro de mi ser, ver dentro de mí, tocar con tus manos mi corazón, hacerme tocar el cielo, aun que suene a tópico. Aun que suene a tópico: "UN DÍA MALO TUYO, ES UN DÍA MALO MÍO"

 


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