ya da todo igual, ni el infierno asusta
nada puede pararlo, ni el tiempo, mucho menos las ganas. No dejarse la piel en nadie, en nada
ni si quiera en dar explicaciones. Pensar solo son problemas, enferma. Curan los instantes,
los pequeños detalles.
Nacemos solos, morimos solos. Fiarse o confiar, ni en la familia. Ni en el amigo que ayer dió la cara por ti.
Quien solo es capaz de escuchar tus pensamientos, es tu cabeza. El resto, no escuchan más que una mala interpretación, como los subtitulos de una película.
Hoy te miran de frente, y mañana desaparecen.
Dejó de importar todo, supongo, que es cuestión de caerse y levantarse, de matar lágrimas de rabia. Ser fuerte, ha dejado de ser una opción, ahora es necesario.
Y no tengo miedo, se que hay algo, algún lugar, alguien, dispuesto a cubrirme las espaldas.
Dale, sonríe. Solo exige dedicación.
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