miércoles, 25 de noviembre de 2015

Tiranía

De qué sirve esta vida si no hay nada que nos hace felices? De que sirve tener un trabajo si cada día vas con ganas de que te fusilen para no aguantar eso. De qué sirve salir con gente a la que conoces de siempre si no te aportan nada nuevo, si no te llenan. 
Muchas cosas de las que hacemos en esta vida no tienen sentido, y no lo tienen por la simple razón de que son rutinas, Casi toda la gente que conozco está en un trabajo tragando y aguantando día a día, sí, aguantando. ¿Cómo se puede vivir aguantando y no disfrutando?, vivimos con la mentalidad de que para conseguir las cosas (salario) es necesario aguantar, tragar, dejarnos pisar, asentir a injusticias, hacer, rehacer, volver a hacer, morir en el intento si hace falta, tan solo por COSAS, cosas materiales.
Una persona que se pasa la vida sufriendo en el trabajo y a final de mes recibe el salario puede comprar un sofá por ejemplo que lleva mucho tiempo queriendo comprar, puede hacer un viaje a Tailandia, montar en globo, comprar un bonito coche...Pero, siempre llegará el Lunes, y todo lo que tiene, todo lo que compró quedará en un segundo plano, porque el trabajo es media vida, 8 horas o más de angustia y sufrimiento, día tras día. Entonces, cuando deja de importar todo lo material, cuando no te compensan 8 horas, 5 días a la semana + 2 horas de transporte, aguantando y aguantando, simplemente para que a final de mes puedas comprar la chaqueta de 80 euros que llevas viendo en el escaparate de la calle por la que pasas todos los días al ir a trabajar, AHÍ te das cuenta de que hay cosas más importantes. 
Todo esto claro está, desde mi punto de vista, hay personas que aguantan lo que sea, contra viento y marea con tal de poder tener todo y más. Yo estoy hablando de que antes que tener, por encima está el SER, el ESTAR. Estar feliz, ser valorado, estar contento y a gusto, estar tranquilo, ser un ejemplo a seguir, ser recompensado. 
Me da igual tener un MINI, unas vans, unos levis y el Iphone 7 si cada día me levanto con ganas de quedarme en la cama todo el día. Nadie, absolutamente nadie en esta vida debe hacerte sentir despreciado, humillado, martirizado, tiranizado o simplemente pisoteado. Dejarse hundir es algo que decidimos, pues es algo que puedes evitar, parar, puedes gritar... o en su defecto, ignorar. Tu decides.



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