sábado, 16 de noviembre de 2013

Pierdes.

Entiendo que te cueste abrirte. Entiendo que a veces se te haga complicado. Pero te digo una cosa, los sentimientos cuando nos los guardamos nos envenan por dentro. Las cosas se comienzan a complicar. Dejas de demostrar. La gente pierde la confianza en ti. No sabes nunca que contestar cuando te preguntan y optas por decir medias verdades. Y las medias de verdades se llaman mentiras. Y mientes. Y te aseguro que puedes llegar a engañar al resto, pero tu mismo no puedes engañarte. Sabes perfectamente lo que hay. Y eso, es lo que hace que te consumas. Y cuando te estás consumiendo, aunque intentes ocultarlo. Se te nota. Se ve como te vas apagando. Se siente tan solo al verte. Y ahí es cuando quien te rodea comienza a sospechar. Y se siente engañado. Y cuando eso ocurre descubren que te pasas la vida diciendo medias verdades. Y te tachan de mentiroso. Y eso te va envenenando. Y acabas por perder. Y acabas hundido, porque has perdido a esa persona, a la que no has sido capaz de abrirte. 
Entiende que por callarte, tan solo pierdes tú.



















                                                                     (que se de por aludido quien deba)

No hay comentarios:

Publicar un comentario