viernes, 29 de noviembre de 2013

Putos desgraciados

¡Hola!
Buenas pedazo de gilipollas. Sí, a ti. Tú, que te pones a juzgar a todos por cualquier mierda. Para reírte un rato. Creyéndote con el derecho de decir algo. Cuando verdaderamente deberían ostiarte hasta que sepas lo desgraciado que eres. Tú, que eres lo peor. Esa persona que nadie quiere conocer. Porque tus únicos temas de conversación van referidos a criticar a alguien o a hacer daño. Tú, que tu puta vida es tan miserable que inviertes tu jodido tiempo metiéndote en la vida de los demás. Y lo que no sabes es que sobras. Sobras descaradamente. Pero no solo de todas esas vidas que no son la tuya. Sino que sobras de tu propia vida. Que cualquiera de los que te rodean saben perfectamente que estarías mejor bajo tierra. Igual parece algo duro, pero es que a la mierda hay que tratarla como tal. Y las personas como tú, que han nacido sin corazón y por lo visto sin cerebro, deben sufrir el resto de sus putas vidas. Deben pasarlo mal por todas las veces que se han reído de otro, por las veces que han criticado a alguien, por las veces que han hecho sentir mal a alguien.  Esos putos gilipollas que os creéis que porque alguien sea diferente a vosotros es motivo suficiente para ser los hijos de puta que sois.
Y es que juro, que si tuviera el poder suficiente como para mataros a todos los que sois así, os mataría. O os metería en una puta habitación sin luz y sin nada hasta que murierais ahí. Pero a todos juntos. Vamos, que estáis para que os exterminen. Porque el mundo sería mejor sin personas como vosotros.

Recemos para que os den por culo, eternamente.
Y enteraros de una puta vez. La esencia está en ser diferente, no en ser igual que vosotros, puuuuuuuuuuutos y putas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario