Son personas que si se marchan despedazan tus esquemas, rompen tu organizado caos y lo convierten en desorden, infierno.
Están a pesar de la distancia, y te susurran desde lejos, y te aseguro que escuchas cada una de las sílabas que salen de su boca. Si cierras los ojos aparecen y si los vuelves a abrir, desaparecen. Como por arte de magia. Son magos. Tienen la capacidad de hacerte reír mientras lloras y, justo después, volverte a hacer llorar, de felicidad. No son de los que suelen irse, por eso, cada vez que lo hacen se ven obligados a prometerte que volverán. Y siempre lo cumplen, pase el tiempo que pase. Son increíblemente cuidadosos con las horas, pues en cada hora recibirás un mensaje suyo. Y no vienen embotellados, ni por paloma mensajera. Son mensajes mágicos que te sacan una sonrisa, por que vienen de repente, cuando menos lo esperas. Y cuando empiezas a esperarlos, desaparecen... y se convierten en llamadas.
Poco a poco te va dando la sensación de que volvió, pero no. Y entonces... todo empieza a hacerse más duro, la cuesta hacia arriba, y las fuerzas agotadas...
Y ahí, ahí... en ese preciso momento, cuando ves que ha llegado el momento de rendirse, aparece, por sorpresa. Es otro de sus mensajes "Sonríe, princesa :)". Y no sabes ni como ni por qué sabe que esto se está haciendo cada vez más duro. Y es que como ya dije, son magos. Y os prometo que la sonrisa aparece y florece de nuevo algo dentro de tí que te pide otro suspiro. Y suspiras... Y mientras lo vuelves a intentar, y el tiempo comienza a pasar, los días empiezan a perder el sentido...levantas la mirada y está ahí, te coge de la mano, te levanta. Y el caos vuelve a ser caos, y puede convertirse en infierno... mientras no se vaya nunca.
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