Hoy no vengo a poner una de esas parrafadas bonitas de amor. Sino todo lo contrario, estoy aquí para desahogarme. Ya me dijo una buena amiga hace tiempo que cuando necesitara desahogarme abriera mi corazón escribiendo así que allá voy.
En estos momentos tengo un cacao increíble en la cabeza. Acabo de volver a Tres Cantos y desde el primer día ya han empezado las cosas a ir mal y bueno, debe ser que en este verano me he dejado ese muro que me hace ser fuerte y aguantarlo todo olvidado por ahí, y ahora a cada pequeña mierda lloro, pero no de echar un par de lagrimas, sino de no parar. Sí, horrible. Y diréis, ¿cuál es el motivo del drama? Pues ni yo lo se... Siempre he sido una persona bastante indecisa, es decir, nunca tengo las ideas bastante claras (hablando siempre de amor). Lo único que se, es que uno de los motivos es que no me gusta hacerle daño a nadie, pero... ¿Sabéis que pasa cuando hay varias personas a las que puedes hacer daño?, que por intentar no hacer daño a ninguna acabas haciendo daño a todas y entre otras a ti misma. Por eso, hay veces que hay que echarle un par de huevos y tomar una decisión. Y si hablamos de amor, siempre con el corazón, que si nos dejamos llevar por lo que dice la cabeza nos vamos a arrepentir muy mucho de lo que decidamos.
Otro dato importante es saber que nosotros no decidimos a quien querer y que por mucho que intentemos remplazar a veces a las personas eso no es posible, que cada persona es diferente y por mucho que lo queramos una persona no nos va a hacer sentir exactamente lo mismo que otra, y esto es así. Así que es hora de dejar de hacer el imbécil y decirle a la persona que realmente queremos, eso... Que es la única persona que nos hace sentir así, que no hay nadie que nos haya hecho sentirnos tan jodidamente bien. Y otro consejo, que aunque haya gente que diga que no, son bastante importantes los besos, que los besos son los que nos hacen darnos cuenta de verdad de lo que sentimos o dejamos de sentir.
YA. fin
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