¿Juegas?

Bienvenido al juego del amor.

Todo comienza con un par de risas. Sigue con series de vaciles, de piques... incluso de discusiones que nos dan igual porque nos da todo igual. Se arregla con un perdón. Y siguen los vaciles, pero esta vez son de otra manera, esta vez van con segundas. Segundas que nos hacen gracia. Gracia que acabamos por tomarnos en serio. Acabamos por un 'voy a probar' y cuando probamos nos gusta. Pero ha sido tan solo una vez, y las primeras veces son bonitas pero seguimos tomándonoslo como un juego. Y aquí es cuando deja de ser un juego, cuando sabemos que esto ha comenzado. Volvemos a probar, pero ya no es una prueba sino una decisión. Y decisión tras decisión, beso tras beso, caricia tras caricia, y sonrisa tras sonrisa nos enganchamos. Nos enganchamos, y somos felices. Pero la felicidad no dura para siempre. Y nos vacilan. Y ahora los vaciles no nos hacen gracia. Lo que antes no dolía ahora si. Piden perdón. Pero ahora te cuesta perdonar... Perdonas. Sigues enganchado. Y te la vuelven a colar. Te jodes. Te piden perdón. Perdonas... Y de repente, sin saber cómo, te das cuenta de que no estás enganchado, que estas enamorado. Enamorado hasta tal punto que podrías perdonar, perdonar y seguir perdonando porque lo único que te importa es tener a esa persona a tu lado. Esa persona que empezó siendo un juego.