lunes, 12 de agosto de 2013

Mi suerte.

Teniéndote a ti.
Teniendote a ti no me hacen falta deseos en estrellas fugaces. No me hacen falta deseos en velas de cumpleaños, ni encontrar tréboles de cuatro hojas, ni pisar excrementos de perro, ni darle la vuelta a un cigarro al abrir la cajetilla. No me hace falta ir a la Fontana di Trevi a tirar una moneda, ni soplar cada una de las pestañas que se me caigan y tampoco tocar madera. No voy a colgar una herradura en casa y tomar las 12 uvas en fin de año es tan solo una tradición.
No me hace falta nada de eso, no me hace falta pedir un deseo ni tener suerte, porque la suerte ya la tuve en el momento en el que te conocí.
Eso sí, cruzo los dedos para no perderte nunca.




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