viernes, 25 de octubre de 2013

A mal tiempo buena cara

¿Habéis oído esa frase de 'Nunca te acostarás sin saber algo nuevo'? Sí, seguro que cualquiera de vuestra familia, algún profesor o amigo, os lo ha dicho alguna vez. Es una frase que se suele decir entre risas o sorprendido, cuando te cuentan algo que no sabías y te quedas asombrado. Yo hoy, os la vuelvo a decir, no se si como amiga, si como conocida o igual ni si quiera me conoces. Pero yo no te voy a contar nada nuevo, simplemente quiero hacerte entender algo. Alguien me dijo hace poco algo así como '¿te crees psicóloga o qué?' y no, para nada, simplemente me gusta compartir o más bien escribir mis pensamientos y que si alguien los lee y se siente identificado, alegrarle el día, o algo así.
Hoy, viernes, el típico día que todo el mundo, y sobre todo los jóvenes, esperamos siempre que llegue con ansia toda la mañana. Sí, el magnifico viernes, he empezado el día pésimamente mal. Lo primero, que llevaba 3 días de huelga, sin ir a clase, sin madrugar, haciendo buena vida, digamos. Y hoy, ha tocado madrugar, otra vez a las 7 menos cuarto en pie. Me he levantado ya de primeras pensando 'NOOOOO' pero como cada mañana me he dicho 'Venga, Vero, arriba, ponte en marcha con una sonrisa' Y sí, todo iba "genial" hasta que he salido de casa y estaba diluviando, he salido corriendo hacia el autobús y sí, empapada. Ya en el bus, había un tremendo atasco y he llegado tarde a clase. Sí. Una manera horrible para empezar el día. Bueno, y me ahorro lo de tener 6 horas de clase. Porque obviamente no está dentro de lo que yo califico como divertido. Total, que he salido. Iba yo al autobús medianamente contenta porque había dejado de llover, y 1. Llega tarde el bus. 2. Cuando llega esta a rebosar de gente con lo cual tenía que ir de pie. 3. Había un atasco de estos que ni el autobús se movía, y en lo que tendría que haber llegado a mi casa en 20 minutos he estado más de una hora. Mi cara al bajar del autobús era un cuadro.
Total, que ya llego a casa, como, con la calma (quien dice calma dice de mala ostia) y me voy a la habitación a escuchar música (deprimente) y me empano mirando por la ventana. Sí, música deprimente + día gris y lluvioso igual a... Sí, blanco y en botella. Depresión de esa mala, malísima. Me ha empezado a dar el bajón ese de, empanarte mirando a la ventana, cantando en bajito la canción más depresiva del universo mientras sin ninguna razón se te empiezan a empañar los ojos. Ahí, en ese momento catastrófico, del que te crees que no hay nada que te pueda sacar ni una sonrisa estúpida, ha aparecido esa típica persona con la que no sueles hablar mucho, y que te esperas de todo menos que consiga hacer que te cambio el animo así de buenas a primeras. Pues sí, esa persona, me ha dicho 'bájate a echarte un piti y te despejas' y yo, tras dudarlo un par de veces (vale, unas 10 veces) he bajado. Y y y y ... Sí, esa persona ha conseguido sacarme no una sonrisa, sino varias, muchas. Vale, ha conseguido alegrarme el día. Ha conseguido darme el impulso para que lo que ha empezado siendo una basura de día, ahora lo esté escribiendo con una sonrisa en la cara y con ganas de irme a prepararme para salir ya de ya.
¿Que a qué venía la frase del principio? A que yo hoy puedo decir que he aprendido algo nuevo. Y ese algo es que en los días grises, negros, lluviosos y feos, puede aparecer cualquiera en cualquier momento y alegrarte como ni te imaginas. Y que la persona que menos te imaginas, puede darte una lección que te sirva de por vida. 

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