miércoles, 9 de octubre de 2013

Paren el mundo por favor que me quiero bajar.

Como a los peques que les marean los aviones y necesitan tomar medicamentos para dormirse en el trayecto. Como los que en el bus necesitan ir del lado bueno porque sino se encuentran mal. Como los que en el coche necesitan tener la mirada fija en la carretera para no vomitar. Como los que cuando montan en un barco necesitan llevar siempre a mano una bolsa por si se marean.
Si. Hay muchas personas que odian viajar por esto. Porque viajar y marearse es una de las peores sensaciones. Pero es peor aún cuando te estas mareando de que gire el mundo mientras estas quieto, en un punto fijo, sin siquiera mover un dedo. Porque es mareante el estar en un sitio y querer estar en otro. Y más mareante es el hecho de que cada día la tierra se mueva, y en 24 horas pasemos del día a la noche y sea un nuevo día. Y un nuevo día no signifique algo nuevo, signifique lo mismo una y otra vez. 
Sí, es mareante, viajar con la mente y permanecer en el mismo lugar prolongadamente. Marea soñar, abrir los ojos y encontrarse siempre aquí. Marea la rutina, marean las mismas historias de siempre, y sobre todo marea la sensación de ver como a veces parece que todo está en orden y eres tu el que está del revés.

(Por suerte hay gente especial que ayuda a que todo fluya algo mejor)







No hay comentarios:

Publicar un comentario