sábado, 19 de octubre de 2013

Dosis de amor.

Supongo que el amor será eso. Medicina. El medicamento que todo lo cura. Que con un poquito de amor va bien. Y si se toma en pequeñas dosis dura eternamente. ¿El coste del amor? Pues sí, cuesta encontrarlo. Pero el efecto es inmediato. Cuando lo encuentras, lo notas enseguida. Y si no sabes si de verdad está haciendo efecto, fíjate. Es un cosquilleo en el estómago. El corazón se acelera. Te pones nervioso, y te gustan esos nervios. Y notas escalofríos recorrer todo tu cuerpo, constantemente.
Es un tipo de medicina que se puede tomar de diversas formas. No es como el resto de medicinas, no son pastillas que se tragan con agua, ni se ponen debajo de la lengua. No, es medicina que se toma con besos, con abrazos y con sonrisas. Y además tiene un sabor bastante dulce.
Pero, como toda medicina, también tiene sus efectos secundarios. El amor tiene dos caras. Hay días, que te hará estar feliz por las nubes, que tocarás el cielo, y no querrás bajar nunca de allí arriba... Pero también hay veces que no es tan agradable, y que el cosquilleo del estomago se convierte un nudo y que en vez de estar en el cielo estamos más abajo que el subsuelo. Pero lo que no sabe la gente es que en esos días malos, hay que tomar un poquito más de medicina... Te tomas otra pequeña dosis y todo vuelve a ser tan ¿maravilloso? Llámalo como quieras, cada cual ama el amor o lo odia según le venga en el día.




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